Autor: admin | 10/08/2017
México ha acelerado su proceso de transformación, pasando de ser una plataforma de bajo costo para el ensamblaje de vehículos de consumo masivo a una cadena productiva mejor integrada y más diversificada en términos de productos y sofisticación tecnológica, según un informe de la Cepal.
En un apartado llamado “La industria automotriz de México: un caso de éxito bajo tensión”, el organismo de Naciones Unidas analizó el estado del sector y entregó sus previsiones respecto de su futuro en el actual escenario de incertidumbre.
Indicó que, tras la crisis financiera internacional, “México ha acelerado su proceso de transformación, pasando de ser una plataforma de bajo costo para el ensamblaje de vehículos de consumo masivo a una cadena productiva mejor integrada y más diversificada en términos de productos y sofisticación tecnológica”.
“Esto último permitiría esperar una densificación del tejido productivo de mayor contenido tecnológico, lo que fortalecería la posición de México en una industria sometida a fuertes presiones derivadas de las nuevas tendencias”, precisó.
Detalló que la industria automotriz mexicana aporta más del 3.0 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país y 18 por ciento del PIB manufacturero de México, con un superávit comercial superior a 52 mil millones de dólares al año.
Respecto al futuro de esa industria mexicana, éste dependerá de “la transformación impulsada por la revolución tecnológica que está experimentando la industria automotriz global”, además de los cambios del concepto de movilidad y de los patrones de consumo.
Calificó como “insuficientes” los avances en materia de creación y optimización de capacidades locales en materia de recursos humanos, ciencia, tecnología e innovación y desarrollo empresarial, aunque reconoció que “México ha progresado notablemente en estos ámbitos”.
“De contar con un tejido industrial más denso y capacidades locales más sólidas, la industria automotriz mexicana enfrentaría menores riesgos frente a los cambios que comienza a experimentar el sector”, puntualizó el organismo de Naciones Unidas.
Advirtió que una eventual “perturbación de las cadenas productivas de la industria automotriz” en América del Norte, producto de nuevas políticas en Estados Unidos o la renegociación del TLCAN, “tendría fuertes efectos negativos en términos de empleos y competitividad”.
“Más allá de la negociación comercial en curso, la respuesta (mexicana) tendrá que basarse en nuevos esfuerzos de política sectorial y tecnológica en el marco de la actual realidad de la industria automotriz mundial”, remarcó el organismo.
Con información de NTX