Autor: admin | 02/02/2017
Con una muestra de 13 vehículos, Volkswagen de México ofrecerá al público un recorrido por su historia dentro del recientemente inaugurado Museo del Automóvil, en la ciudad de Puebla. Dentro de los modelos que presentará la armadora destacan tres ejemplares del emblemático Sedan: un modelo 1954, año en que la marca alemana hizo su incursión en México; un modelo 1990, marcado con el número 21 millones a nivel mundial y un modelo 1996, versión Arlequín, que en su época causó sensación por su atrevida combinación de colores en un solo automóvil.
“Hoy tenemos en México una de las plantas más grandes de la industria a nivel mundial; orgullo de Puebla, y en donde generaciones de hombres y mujeres han contribuido con su talento para construir una gran historia de éxito, que suma ya más de 11 millones de vehículos producidos” señaló Salvador Garrido, vicepresidente de Recursos Humanos de Volkswagen de México, durante la inauguración oficial de este museo celebrada el día de ayer. El Museo del Automóvil forma parte, junto con otros atractivos como la Casa de la Música de Viena en Puebla, el Museo Interactivo Infantil, y el Paseo de Gigantes (una serie de réplicas a escala de los monumentos y edificaciones más representativos a nivel mundial) de un polígono turístico, edificado por el Gobierno del Estado de Puebla, dentro de la Exfábrica “La Constancia”, complejo fabril textil que data del Siglo XIX. Dicho museo está abierto al público a partir de este mes.
Entre los modelos Volkswagen que también se podrán apreciar en este espacio, se encuentran dos ejemplares de la primera generación de Golf (Caribe PRO, 1987) y Jetta (Atlantic, 1986) modelos que actualmente se ensamblan en la factoría poblana; así como un Safari, modelo del que se fabricaron más de 60,000 unidades en México. El heredero de la tradición del Sedan: el New Beetle, también se hace presente en este fascinante recorrido por la historia de Volkswagen, con una de las primeras unidades ensambladas, en 1998, la cual cuenta con las firmas del personal que participó en dicho hito y que, a partir de entonces, ha servido como lienzo en el que visitantes distinguidos a la planta han estampado su rúbrica.