Autor: admin | 13/07/2016
Alrededor de 1,400 personas colaboran día con día en la recién inaugurada planta ubicada en el municipio de Pesquería, Nuevo León, para la elaboración de KIA Forte 2017. Gracias a estos esfuerzos, es posible que cada 56 segundos se produzca una unidad en la línea de inspección final. El proceso inicial en la fabricación de los KIA Forte involucra 4 naves de producción: Estampado, Soldadura, Pintura y Ensamble.
A continuación una breve explicación:
Estampado
Aquí inicia el proceso de producción de KIA Motors México. Hojas de acero rolado en frío son transformadas en componentes básicos del cuerpo del auto tales como puertas, cofres, paneles y cajuelas. Para realizar esta transformación se requiere de una gigantesca prensa y más de 5 mil toneladas de presión. Una vez que la pieza ha sido creada, se afinan sus acabados y son almacenadas para seguir su camino por el proceso de producción.
Soldadura
En esta nave los más de 300 robots reciben las piezas provenientes de estampado para unirse a través de puntos finos de soldadura y darle estructura a lo que se conoce como body, el cual comienza a tomar la apariencia de KIA Forte.
Pintura
Durante este proceso es donde los llamativos colores de la gama son aplicados. Los bodies reciben un baño en una solución especial para eliminar impurezas, además de capas protectoras para facilitar la adherencia de la pintura. Otro pequeño ejército de robots se encarga de la aplicación y acabado. Una vez pintados, los bodies se aproximan al final del proceso de producción.
Ensamble
Nuestro KIA Forte está casi listo. Aquí, aproximadamente 30 mil componentes integran el body. Esta nave es la más importante, y por ello la mano de los colaboradores predomina en este punto, ya que es aquí en donde tableros, arneses, asientos, rines, llantas, motores y transmisiones son instalados en el KIA Forte. En cada etapa del proceso de producción existe un filtro de calidad que se asegura de cumplir con todos los estándares antes de seguir avanzando. El final de la línea de ensamble no es la excepción, ya que aquí se encuentra uno de los filtros más estrictos de la industria automotriz.
Esta rigurosa inspección considera pruebas dinámicas, y para ello se cuenta con una pista de casi 4 kilómetros de longitud en donde los ingenieros se encargan de comprobar el perfecto funcionamiento de la unidad, así como de su rigidez estructural.
Al terminar de aplicar dicha prueba, los vehículos regresan al interior de la planta para una última prueba que involucra la hermeticidad, la cual se realiza con un shower test para garantizar que no exista alguna filtración en la cabina. Por último, las unidades pasarán a ser almacenadas en las instalaciones de la planta en espera de ser enviadas a sus próximos y afortunados propietarios. Lo anterior implica otro elaborado proceso, en el cual se garantiza que los vehículos lleguen en perfectas condiciones a su destino:
