Autor: admin | 21/01/2016
Por Julio Brito A.
El plan de chatarrización vehicular es un fracaso en toda la extensión de la palabra. A noviembre sólo se han destruido 574 unidades, lo que representa un avance de menos del 10% de la meta de 6 mil unidades, planteada originalmente por el gobierno federal. Miguel Elizalde, presidente ejecutivo de ANPACT, señaló que “el esquema se diseñó principalmente para el Hombre Camión (personas físicas), y de los 2,106 folios registrados por el SAT al día de hoy, sólo 75 son personas físicas. Estos resultados no convencen ni a las autoridades ni a los transportistas y recomienda hacer el esquema más atractivo y flexibilizar los requisitos fijados por el gobierno federal.
La industria propone cinco puntos para reactivarlo:
1.- Extender por al menos 6 meses la posibilidad de las empresas de transporte que iniciaron sus trámites bajo el esquema anterior para que puedan concluir, ya que la fecha límite del 15 de diciembre será insuficiente.
2.- Publicar la actualización del esquema en diciembre de 2015 para que entre en vigor en enero de 2016, donde se actualice el estímulo fiscal a un valor acorde al tipo de cambio. El aumento anunciado de 55% en carga y 80% en pasaje, al considerar el tipo de cambio (los vehículos pesados se cotizan en dólares) en realidad fue de un 18% y 38% respectivamente y no resultó tan atractivo para los transportistas. Considerar los retrasos del 2015 y eliminar la fecha de término del esquema de 31 de diciembre de 2016.
3.- Modificar el plazo fijo para los requisitos del 1 de enero de 2014 a la fecha, para que sea indexado a los últimos 12 meses. De esta forma no queda una fecha estática.
4.- Es importante que el esquema saque vehículos viejos en circulación, pero también flexibilizar los requisitos de póliza del seguro vigente, Inspección Físico Mecánica y Certificado de Emisión de Contaminantes.
5.- Se propone un esquema de encadenamiento, que motivaría a que las empresas que venden su vehículo seminuevo a un hombre-camión, puedan recibir el vehículo para destrucción y aplicar el descuento en la venta de sus seminuevos. De esta forma se evita un intermediario y se fomenta la renovación vehicular al hombre camión, mientras que la empresa que venda el seminuevo adquiera un vehículo nuevo.