Autor: admin | 29/10/2015
Las dos potencias automotrices de Asia, Japón y China, están luchando por la supremacía en la forma en que los autos eléctricos del futuro deberían generar su energía: con baterías o mediante pilas de combustible de hidrógeno.
En un enfrentamiento con reminiscencias de la batalla que Sony y Panasonic protagonizaron en la década de 1980 por imponer la tecnología de video Beta o VHS, el ganador podría disfrutar de años de dominación si su alternativa es adoptada como estándar global por otros fabricantes.
No obstante, esta vez habría lugar en el mercado automotriz tanto para los vehículos a batería eléctrica como para los potenciados por combustible de hidrógeno.
La pregunta clave es cuál de las dos tecnologías se impondrá entre los automóviles más populares, actualmente fabricados por empresas como Toyota, General Motors y Volkswagen.
“Estamos llegando a una encrucijada”, señala James Chao, director gerente para la región Asia-Pacífico de la consultora de la industria IHS Automotive, con sede en Shanghái.
“Es difícil exagerar la importancia de la elección entre baterías e hidrógeno (…) Miles de millones de dólares serán invertidos en una u otra (opción), y podrían determinar qué compañías liderarán la industria hasta fin de este siglo”, agrega Chao.
China y Japón no están solos. GM tiene una iniciativa conjunta con Honda sobre automóviles a hidrógeno, mientras que BMW es socio de Toyota en el desarrollo de las pilas de combustible. Daimler en Europa y Hyundai Motor en Corea del Sur también están desarrollando su propia investigación sobre coches a hidrógeno.
Honda Motor presentó el miércoles en la Exposición Automotriz de Tokio un vehículo a pila de combustible de hidrógeno para el “mercado masivo” que saldrá a la venta en Japón en marzo, y al que le seguirán lanzamientos en Estados Unidos y Europa, potenciales mercados clave para la tecnología.
El nuevo modelo Clarity Fuel Cell de Honda, que costará 7,66 millones de yenes (63.970 dólares) antes de subsidios del Gobierno, sigue al lanzamiento este año del Mirai de Toyota potenciado a hidrógeno, lo que implicaría que el “futuro” es japonés. Los compradores del Mirai se benefician de subsidios de alrededor de 3 millones de yenes (24.915 dólares) por auto.
“Con esto esperamos hacer de la transmisión a hidrógeno una opción en toda nuestra línea de productos”, dijo Kiyoshi Shimizu, ingeniero a cargo del Clarity, que aún sacrifica algo de espacio para dar lugar al tanque de combustible de hidrógeno.
Ambas alternativas necesitan una expansión significativa en la cantidad de estaciones de recarga -de electricidad o combustible- y, mientras que los EV aún requieren convencer a los conductores de larga distancia, el atractivo del hidrógeno para los consumidores se vería limitado por su costo.