Autor: Roberto Pérez S. | 21/11/2019
Aston Martin apuesta con este SUV conquistar China.
Aston Martin presentó su primer SUV. El Aston Martin DBX, una auténtica bestia sobre ruedas que demuestra que los todoterreno sí pueden ser deportivos. Este modelo que está llamado a jugar un papel crucial para que la compañía británica mejore sus resultados económicos. China será clave en el devenir del nuevo DBX, puesto que será su principal mercado.
El nuevo Aston Martin DBX llegará a los concesionarios con el objetivo de lidiar, entre otros modelos, con el Maserati Levante y el Lamborghini Urus. Se está conformando una particular liga elitista de SUV deportivos. Sin embargo, más allá de hacer frente a estos auténticos pesos pesados, lo cierto es que el nuevo DBX deberá, entre otras cosas, sanear las cuentas de Aston Martin.
Es cierto que en los últimos tiempos la situación económica de Aston Martin ha mejorado. A pesar de ello, la compañía aún está muy lejos de las metas marcadas por sus máximos responsables. Por ello, el fabricante ha visto necesario el desarrollo de un nuevo todocamino que le permita llegar a un nicho de mercado más fructífero en el que se mueve una mayor cantidad de matriculaciones.
El DBX permitirá a Aston Martin aumentar sus ventas globales, especialmente en aquellos mercados donde este tipo de SUV son especialmente demandados. Durante el tercer trimestre de 2019 la marca cerró con unas pérdidas aproximadas de 15 millones de euros. Esta situación debe cambiar. Es ahí donde entra en juego el DBX y, en especial, el mercado chino. El nuevo Aston Martin DBX tiene a China en su punto de mira.
El gigante asiático jugará un papel clave en el devenir del nuevo DBX. La marca prevé que en 2020 el mercado automovilístico chino se recupere (en la actualidad muestra síntomas de estancamiento), lo que será determinante para el futuro de este nuevo modelo. No lo tendrá fácil, puesto que tendrá una dura competencia. En especial los modelos señalados previamente.
Las ventas del Aston Martin DBX son cruciales para que los inversores recuperen su fe en la marca y dar el visto bueno a la estrategia de crecimiento que ha seguido hasta la fecha. Aston Martin decidió endeudarse aún más para poder desarrollar el DBX. El tiempo dirá si fue una buena decisión.