Autor: admin | 17/07/2015
La década de los años setentas fue una gran época para Japón que se vio enmarcada por una notoria etapa de crecimiento económico. Esto dio pie a que la nación asiática fue elegida para albergar la renombrada Osaka Expo y organizar los Juegos Olímpicos de Invierno de Sapporo.
Esta serie de eventos de talla internacional hicieron que Japón se convirtiera de la noche a la mañana en el foco de atención del mundo entero. Esta repentina exposición ante los reflectores mundiales provocó de manera directa un rápido crecimiento interno que se vio enmarcado por la creación de una adecuada infraestructura de transporte que a la postre cambió el rumbo de la sociedad hacia una nueva era motorizada; en donde el automóvil se convirtió en el epicentro de este nuevo movimiento. Todo esto dio como resultado que la nación asiática emergiera como la segunda potencia más grande en la fabricación de automóviles a nivel mundial.
La rápida urbanización y expansión económica provocó un caos total en cuanto a tráfico y contaminación ambiental se refiere. Y aunque en aquel entonces Honda estaba enfocada en la fabricación de autos de alto desempeño, rápidamente asumió la tarea de desarrollar un automóvil que cumpliera con los requisitos de una nación necesitada urgentemente de un medio de transporte económico y limpio que además fuera el centro mediático de toda familia japonesa.
Esto dio origen a que Honda creara la primera generación de Civic, un modelo estratégico que no nada más cumplió con lo que la sociedad exigía; sino que además reflejaba a la perfección las fortalezas de todos los productos Honda.
Durante la fase de desarrollo de Civic, el equipo de ingenieros encargados de darle vida a este nuevo proyecto viajaron a los mercados más importantes de aquel entonces para absorber al máximo las tradiciones y necesidades de cada nación para crear un automóvil que se adaptara a cualquier situación alrededor del mundo. Esto dio un giro completo a la manera en como Honda solía trabajar basándose tan solo en la fabricación de productos de alto desempeño, los cuales solían reflejar muy poca atención en temas como el espacio interior, la calidad de marcha y hasta el peso. A partir de Civic, la armadora japonesa se decidió a fabricar un nuevo modelo que fuera compacto y sencillo – un automóvil básico que fuera aceptado por la gente a nivel mundial; y que además proporcionara un valor extra en relación a su sencillez mecánica.
Pero las cosas no fueron para nada sencillas en un inicio, porque la simple idea de romper paradigmas con un producto que buscaba encontrar nuevos caminos en un mundo enmarcado por autos de tres volúmenes con motor delantero y tracción trasera fue una idea bastante arriesgada.
Aún ante las críticas y los problemas que representó desarrollar una nueva interpretación del automóvil como hasta ese momento se conocía, Honda decidió mostrar al mundo un producto que además de mostrar la nueva cara del transporte a nivel mundial, también significó el desarrollo de un puñado de nuevas tecnologías.
La primera de ellas tuvo que ver con la reducción de peso del vehículo, la cual se consiguió utilizando láminas de acero un milímetro más delgadas que a la postre no nada más redujeron el peso total del auto, sino que ayudaron a ofrecer un mejor rendimiento del combustible.
Adicionalmente, Honda también desarrolló un nuevo esquema de suspensión de tipo puntal, el cual ofrecía un desempeño mucho más deportivo y confortable, comparado con la rigidez que caracterizaba a los autos japoneses de aquel entonces.
Finalmente otra de las novedades que el primer Civic mostró al mundo fue la colocación del motor en posición transversal, con lo que se logró aprovechar mejor el espacio interior a comparación con aquellos vehículos que montaban el propulsor de manera longitudinal.
Pero tal vez el factor más determinante en el éxito de Civic fue sin lugar a dudas la silueta de tipo hatchback que mostró a un mercado como Japón en donde este tipo de carrocerías no eran lo más habitual. Y es que contrario a lo que en aquel entonces se acostumbraba, este tipo de carrocería estaba basada en la teoría “Máximo espacio interior a costa de un mínimo espacio mecánico”.
Después de dos años de prueba y error – una marca muy impresionante para la época – el desarrollo de Civic se completó exitosamente y se presentó al público el mes de julio de 1972. Ese mismo año se comenzó a exportar a Estados Unidos generando rápidamente una fama inigualable que ha trascendido fronteras hasta nuestros días.
Finalmente, el rotundo éxito que causó entre la población ocasionó que fuera galardonado como “el Auto del Año en Japón” durante tres años consecutivos (1972 a 1974); y justamente dos años después de su lanzamiento llegó a Canadá para convertirse en el auto de exportación más vendido durante 28 meses consecutivos.
Han pasado 43 años desde que el mundo escuchó por primera vez el nombre Civic, ya pesar de tantos años hoy en día esas cinco letras son sin duda alguna sinónimo de calidad, refinamiento y valor.