Autor: JULIO MARCELO BRITO ALVISO | 25/04/2018
La elevada incidencia del robo de autos en México impacta las finanzas personales de los mexicanos debido a que aproximadamente el 70% de los vehículos nuevos que se venden en el país son colocados a través de algún tipo de financiamiento. Cuando el auto es robado durante la primera mitad del plazo del crédito, los seguros le pagan al dueño legal del vehículo (el acreedor) con lo cual el usuario del auto (deudor) habrá pagado mensualidades solo para cumplir con los intereses y muy probablemente una mínima parte del capital del préstamo. Esto es muy relevante en un país en el que, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), en el país fueron robados 91,376 vehículos asegurados entre marzo de 2017 y febrero de 2018, un incremento del 22.7% respecto al mismo periodo del año anterior.
La industria automotriz en México coloca al año más de un millón 500 mil autos nuevos. De ellos, aproximadamente un millón se venden a través de un crédito, lo cual implica el pago de una comisión por apertura, enganche, placas, tenencia y mensualidades compuestas por intereses, seguro y otros accesorios.
En ese contexto, el golpe para las finanzas personales de las familias mexicanas es demoledor: Para el caso de un vehículo de $400 mil pesos adquirido con un crédito a tres años a una tasa del 10%, es muy probable que el comprador se haya adjudicado el auto pagando más o menos el 15% de enganche ($60 mil pesos), más $12 mil pesos como pago de tenencia y el pago de $16,000 de la primera mensualidad.
Así, el primer pago del comprador fue de aproximadamente $88 mil pesos. Supongamos que el usuario del auto paga por los próximos 11 meses $176 mil pesos por concepto de mensualidades, cantidad que sumada a los $88 mil pesos pagados al inicio del crédito, se redondea en $264 mil pesos.
Si ese mismo vehículo es robado al año de haberlo sacado de la agencia, el seguro contratado a valor factura pagaría $400 mil pesos, menos el 10 por ciento de deducible, con lo cual el acreedor, es decir la institución que financió la compra del vehículo -propietario legal de la unidad- recibiría un cheque por $300 mil pesos, cantidad que sumada a los $264 mil pesos
abonados, sería suficiente para liquidar el crédito de la unidad.
Sin embargo, debido a que las primeras mensualidades del crédito se canalizan al pago de intereses, es muy factible que en el ejemplo al final el usuario comprador del vehículo reciba un cheque menor al monto invertido al principio para adjudicarse el automóvil. Es decir una cifra menor al enganche para adquirir uno nuevo.
Marco Ascencio de la Rosa, director de operaciones de Lo Jack, dijo que en un contexto como el ejemplificado, que es una realidad que vive México, la tecnología de radiofrecuencia diseñada específicamente para la recuperación de vehículos robados tiene un costo de $8.8 pesos diarios. “Ese es el costo de vivir diario con la tranquilidad de que tu auto si es robado
será localizado, recuperado y entregado a su legítimo propietario”, dijo.
De acuerdo con estadísticas proporcionadas por el directivo, 70 por ciento de los autos robados fueron adquiridos con financiamiento y que 55 por ciento eran modelos de dos años de
antigüedad.
Tras analizarlas condiciones del mercado, la firma lanzó un programa de venta por tiempo limitado para las ciudades de mayor índice del delito de robo, como el Estado de México,
CDMX, Guadalajara, Monterrey, entre otras.