Autor: admin | 09/10/2014
Tuvieron que pasar ocho años para que la venta de automóviles en el mercado interno recuperara los niveles del 2007. De acuerdo a analistas estaríamos cerrando el año sobre el millón 300 mil unidades y quedaríamos a sólo 200 mil unidades de la cifra ideal, para un país como México, es decir, vender al año millón y medio de unidades. Es factible, si las reformas económicas y sociales tienen el don de impulsar crecimientos superiores al 3.4 por ciento anual.
El próximo años es de quiebre para la industria automotriz. Estarán madurando las inversiones de cinco nuevas plantas, que son de Audi, BMW, Hyundai y el binomio Nissan-Daimler. Claro que a estas cifras se tiene que sumar los de camiones pesados. Al igual que los vehículos ligeros alcanzan cifras récord en producción, superior a las cien mil unidades.
El mercado interno es vital para las marcas, porque es donde se tienen los beneficios importantes. Las exportaciones son atractivas, pero deja muy poco de valor agregado. Cuando se vende un vehículo en México significa mayores ganancias y distribución de la riqueza, porque están el pago de impuestos, todo el sistema de distribución etc.
El crecimiento, sin embargo, a la hora de aterrizar no es igual para todas las marcas. Hace 20 años, cinco marcas dominaban el mercado nacional, con porcentajes de participación superiores al 45 por ciento, como era el caso de General Motors o el 35 de Ford y el 28 de Chrysler. Volkswagen y Nissan en el segmento de subcompactos competía con el venerable Escarabajo y el Tsuru, respectivamente.
Parece una historia de terror cuando vemos la media tabla de ventas. Ford tiene sólo el 7.1 por ciento del mercado y Chrysler 6%. La verdad es que no se entiende el deterioro de Ford en México, jamás vivieron crisis de quiebra empresarial en Estados Unidos como sucedió a las otras dos americanas.
Chrysler es muy entendible porque se juntó el hambre con las ganas de comer. A raíz de una mala fusión a principios del decenio con Daimler terminaron en manos de una financiera que erosionó las finanzas y agudizó la crisis. Se pasaron más de tres años sin lanzar un solo modelo nuevo y para rematar se vino abajo el convenio Hyundai. Ellos comercializaban el Atittude, Atos y H100. Más de 15 mil unidades anuales y se viene para abajo, perdieron casi tres puntos de mercado de un golpe y de ahí se entiende el 6%.
AYUDA. Nissan puso a disposición de sus clientes afectados por los desastres naturales Odile y Polo un programa de apoyo. Los clientes afectados podrán obtener un diagnóstico y cotización para su vehículo sin costo alguno, además de 40 por ciento de descuento en la reparación mecánica y de carrocería.
