Autor: admin | 17/05/2017
La transición energética genera muchos beneficios económicos y ambientales, pero también está generando nuevos retos, aunque algunas empresas como Tesla ya están trabajando en cómo resolverlos. El mundo petrolizado en el que vivimos nos ayudó a superar grandes desafíos como la agilización en la movilidad de las personas y los bienes, pero al mismo tiempo generó el problema de la contaminación ambiental lo que repercute en muchos problemas de salud e incluso pérdidas humanas, las cuales son incuantificables.
Para resolver el problema de la contaminación ambiental, proveniente de los vehículos convencionales y que además son la principal fuente de emisiones de gases contaminantes, Tesla se atrevió a romper el paradigma de la industria automotriz con la invención de los vehículos eléctricos. Sin duda, los autos eléctricos han revolucionado la forma en la que nos desplazamos, al darnos la posibilidad de movernos de un lugar a otro de forma sustentable, es tal el beneficio ambiental, que la industria automotriz está virando hacia este segmento, lo que provocará que en un futuro no muy lejano haya más vehículos eléctricos que de combustión circulando por las carreteras y las calles de nuestras ciudades. Ante tal realidad, es primordial que la expansión de este sector se acompañe de una estrategia que resuelva el problema del reciclaje de las baterías, que son una parte esencial de estos autos.
Empresas como Tesla, que siempre ha tenido un enfoque integral de sustentabilidad y cuidado del medio ambiente en la producción, uso de los vehículos eléctricos y reciclaje de las baterías, han optado por rescatar la mayor cantidad de partes del paquete de baterías de iones de litio que usan sus vehículos Model S, Model X y, próximamente, el Model 3, con el fin de construir nuevos packs para sus vehículos.
Tesla ha marcado como objetivos prioritarios maximizar la cantidad de materiales que se pueden reciclar y minimizar el consumo de energía utilizada durante el proceso de transporte y reciclaje, con el fin de reducir la huella de carbono. Actualmente, Tesla tiene dos grandes programas de reciclaje de baterías. En América del Norte, trabaja con Kinsbursky Brothers y logra reciclar 60% del paquete de baterías. En Europa, recicla sus paquetes de baterías en la planta UHT de Umicore en Bélgica; Umicore transforma el cobalto en óxido de cobalto de litio de alto grado, que puede revenderse a fabricantes de baterías. La tecnología de reciclaje de baterías de Umicore permite ahorrar un mínimo del 70% en emisiones de CO2 en la recuperación y refinamiento de estos metales valiosos. Así, consigue reducir de forma sustancial la huella de carbono para la fabricación de baterías de ión-litio.
Todavía hay poca necesidad de reciclar las baterías de iones de litio. Muchas baterías contienen sólo pequeñas cantidades, en peso, de carbonato de litio, y el material es relativamente barato comparado con la mayoría de los metales restantes. Pero es importante empezar a pensar en la infraestructura para el reciclaje como lo está haciendo Tesla, porque la era del vehículo eléctrico con baterías de iones de litio puede provocar nuevos problemas, como la escasez del carbonato de litio a falta de una cultura de reciclaje, y la generación de una dependencia de países que controlan el grueso de las reservas de litio (como China, Chile y Bolivia). Demostrar la capacidad para reciclar, será clave para desarrollar vehículos eléctricos realmente respetuosos con el medio ambiente, tanto para que su diseño sea ambientalmente sostenible como para que su desempeño sea libre de emisiones (electricidad de origen eólico o solar).