Autor: Roberto Pérez S. | 05/05/2020
En ambiente recesivo, es difícil que los costos puedan ir directo al consumidor, deberán amortiguarlo las ensambladoras. Gobiernos deberán subsidiar a sus marcas automotrices.
JULIO BRITO A.
Están muy lejos de la verdad aquellos que consideren que el retorno a la actividad productiva de la industria automotriz será mil sobre hojuelas. De acuerdo a una información de Capital.Com, Volkswagen, que dirige Markus Duesmann aseguró que el costo de los componentes cruciales del automóvil ha aumentado considerablemente debido al brote del coronavirus, lo que ejerce una mayor presión sobre las ganancias a medida que la industria entra en recesión y que se refleja en su cotización en el mercado de la City de Londres, en donde sus acciones cayeron de 180 a 130 libras por unidad.
Volkswagen es el fabricante más grande del mundo, con operaciones y plantas productivas en más de 100 paises. La semana pasada reinició la producción en su sede de Wolfsburg y antes que termine el mes lo harán las fabricas en América del Norte, en especial Puebla, México, y se reveló que los fabricantes de piezas que operan a una fracción de sus capacidades estaban transfiriendo mayores gastos.
Ante un ambiente recesivo de intensa competencia va a ser muy complicado que el incremento de costos puedan transferirlos directamente al consumidor, por lo que una parte importante deberá ser amortiguado por las propias marcas, “lo que obliga a los fabricantes a asumirlos, incluso cuando sufren hemorragias en efectivo debido al cierre de fábricas y al colapso de las ventas”, señala Capital.com.
Se espera una caída en ventas generalizada, muchas de ellas a niveles históricos o jamás conocidos por crisis alguna. Las plantas alemanas de VW dependen de 6.500 piezas individuales solo dentro de Europa, y ha expresado su preocupación por las brechas en la cadena de suministro, si los contratistas más pequeños no pueden sobrevivir a la crisis.
La semana pasada, el rival alemán de VW, Daimler, también advirtió que si bien su cadena de suministro había demostrado ser “notablemente robusta” durante el brote de Covid-19, podría ser la “calma antes de la tormenta”.
Eso se produjo cuando el mayor proveedor mundial de autopartes, Bosch, dijo que la industria enfrentaba una gran recesión automotriz que eclipsaría la desaceleración que enfrentó después de la crisis financiera de 2008.
Es probable que cualquier esquema de este tipo se centre en subsidios para automóviles de bajas emisiones, en particular vehículos eléctricos, como la identificación insignia de VW. 3, cuyos componentes más caros, las baterías de iones de litio, también podrían aumentar su costo.