Autor: Roberto Pérez S. | 01/04/2020
Este será el peor año de la historia para la venta de autos debido a la pandemia de COVID-19, pues se espera una contracción general del 26 por ciento sin que hasta ahora haya un plan de apoyo por parte del Gobierno federal, señaló el director adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), Guillermo Rosales Zárate.
En marzo, la disminución fue de 50 por ciento y en abril se esperan niveles inferiores al 90 por ciento, por lo que urgió a emprender medidas que impidan que las consecuencias es de estos descensos sean aún más “dolorosos”.
Rosalez Zárate comentó que a nivel nacional 11 plantas de ensamble están cerradas, las ventas de piso fueron suspendidas y solo siguen abiertas las áreas de mantenimiento de los vehículos. En total la industria automotriz genera 3 millones de empleos y por las condiciones adversas se verán afectados 2 mil distribuidores de vehículos nuevos en 210 ciudades del país.
“La desacelaración económica nos ha dejado ya tres años a la baja, Tabasco es un claro ejemplo de ello ante la caída en el sector petrolero y que ha significado una crisis económica importante en el sur sureste, lo que se viene a agravar con la contingencia de salud”, expresó.
La estimaciones negativas se han refrendado en los últimos días, sobre todo porque el Gobierno federal aún no responde a las solicitudes de apoyo que ha lanzado el sector en busca de aminorar la crisis que se avecina.
“En pocos días esto se verá en todo el país, ya hay un acuerdo de la Secretaría de Salud donde se nos ordena parar gran parte de la actividad, pero del lado del Gobierno no estamos viendo una respuesta adecuada para establecer paquetes fiscales y económicos que permitan a las empresas mantener su plantilla laboral”, acotó.
Rosales Zárate destacó que la AMDA envió anteriormente una propuesta con siete puntos al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador en las que solicitan la extensión de período para que la iniciativa privada realice las declaraciones definitivas del ejercicio fiscal.
Asimismo, que se posponga entre cuatro y seis meses las declaraciones mensuales y una extensión para el pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR) para los trabajadores con menores ingresos, con la intención de enfrentar la contingencia sanitaria.
Refirió que es necesario que el programa de reactivación incluya un plan de descharratización del transporte público, así como créditos para la pequeñas y microempresas, lo que derivaría en compra de autos, pero también en mejoras sociales en el ámbito urbano.
El directivo solicitó al gobernador Adán Augusto López Hernández que haga el llamado al presidente para lograr esta activación económica, ya que Tabasco es una de las entidades que será más afectada al término de la alerta sanitaria y eso podría derivar en la pérdida de miles de empleos.