Autor: Roberto Pérez S. | 17/12/2019
Lo destacable, argumentó, es que se exportan menos autos pero de mayor valor agregado, pero no se llegará a la meta de los 90 mil millones de dólares
Para la industria automotriz, 2020 será un año de retos grandes para recuperar el mercado interno, porque todo indica que terminará este año con 31 meses de caídas continuas, “necesitamos un disparador que nos saque del bache”, aseguró el presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), Eduardo Solís Sánchez.
Al hacer un balance del año que concluye, explicó que “los mercados están cayendo en la producción y exportación, al grado que cerraremos 2019 con crecimiento (económico) cero”, por ello insistió “al mercado interno hay que incentivarlo, darle un empujón que nos saque de este bache”.
Las expectativas de crecimiento para la industria automotriz continúan a la baja debido a las presiones de la demanda global de vehículos nuevos, la incertidumbre del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y las nuevas reglas de origen sobre el planchón de acero, mencionó Eduardo Solís.
Datos del organismo indicaron que de enero a noviembre de 2019 México produjo tres millones 542 mil 768 automóviles, 3.5% menos que en igual periodo de 2018, mientras las exportaciones fueron por tres millones 104 mil 305 unidades, lo que significó un descenso de 2.2 por ciento.
Al respecto, el representante de las armadoras de automóviles en México comentó a medios de comunicación que 2019 “es un año muy complejo, un año en que hemos visto 30 meses de caída en el mercado interno, un año en que vimos también que nuestras expectativas de producción y exportación no se iban a dar”.
Lo primero para salir de este “bache”, dijo, es dar certidumbre, y uno de los elementos que ayuda es la ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), pues cuando entre en vigor las variables macroeconómicas responderán a esa certidumbre, mejorando la inversión, el empleo y el mercado interno, ya que es cuando las personas se deciden por comprar bienes duraderos como casas y coches.
Esto además de los temas fiscales, que en opinión de Solís Sánchez, deberán cambiar, porque no es posible que las personas físicas no puedan deducir, como las personas morales o físicas con actividad empresarial.
El directivo de la AMIA señaló que en cuanto a la producción y exportación “están ligeramente cayendo”, porque tanto en México como en el mundo la demanda retrocede.
Y aun cuando México es el cuarto exportador a nivel mundial, se cerrará este año con una disminución, sobre todo, porque 88% de lo que se produce se exporta.
Lo destacable, argumentó, es que se exportan menos autos pero de mayor valor agregado, pero no se llegará a la meta de los 90 mil millones de dólares.
En ese sentido, Eduardo Solís explicó que el 88% de las unidades que se fabrican y exportan en México dependen del mercado mundial, y aseguró que no habrá un crecimiento significativo para la industria al cierre del año, lo que provocará un ajuste en la producción esperada de cinco millones de unidades.
La semana pasada, la AMIA proyectó una caída en la producción de alrededor de 4% y de 2.7% en las exportaciones hacia finales de este año.
“Obviamente este retraso, que no tiene que ver con la capacidad de producción, ni con las inversiones, el tema es que tiene que haber demanda y la demanda no está ahí, ni para México como fabricante, ni para el mundo con estas caídas que ha habido en los principales mercados mundiales, en donde el propio Estados Unidos terminará con una caída en su mercado interno”, advirtió.
Recordó que México requiere certidumbre respecto al T-MEC, ya que el país vecino del norte representa el comportamiento más importante de las exportaciones. Cifras de la AMIA detallaron que de enero a noviembre de 2019 se exportaron a Estados Unidos dos millones 460 mil 617 vehículos, lo que significó una participación de 79.3 por ciento.