Autor: admin | 13/08/2015
Julio Brito A.
Por el lado que se le vea, jamás la industria automotriz ha tenido mejor momento que el actual. El record de ventas permite que el 98 por ciento de las marcas tengan resultados extraordinarios. El lanzamiento de KIA Motors de México fue muy positivo al colocar 1,499 unidades en su primer mes, más del 70 por ciento de la SUV Sportage y sólo Jaguar-Land Rover tuvo desempeño negativo, porque mantiene sus precios en dólares. Es posible que después de esta amarga experiencia la marca inglesa, propiedad de hindúes, decida seguir el camino que marcó Mercedes Benz, cuando Bruno Cattori era el presidente en México, y que al poco tiempo Audi y BMW le siguieron los pasos de vender autos en pesos.
Por ejemplo, si vamos a ventas anualizadas de agosto del 2014 a julio de este año suman un millón 260 mil 377 unidades. Jamás en la historia de la industria se han vendido tantos autos. Claro, que los ejecutivos consideran que México es un mercado de un millón y medio en el peor de los casos.
Si comparamos esa cifra con los resultados del 2009, cuando se dejó venir la crisis, tenemos un incremento de mercado interno superior en 97.9 por ciento. Claro que si hacemos el mismo ejercicio respecto a 2006, cuando se obtuvo la cifra más alta de ventas, actualmente está 17 por ciento arriba. Respecto al año pasado, ni se diga, el incremento es de 18 por ciento.
La única gran diferencia en estos últimos nueve años es que la fisonomía del mercado nacional cambio con la llegada de las marcas de Japón y Corea. En aquel año General Motors tenía la sartén por el mango y lideraba la participación de mercado. Se jactaba de tener esa posición en los últimos 20 años. A partir de la crisis del 2009 el panorama cambió y hoy son las asiáticas quienes ponen el ritmo del mercado, en especial Nissan, que lleva más de tres años en el primer lugar.
Mucho se habla de un mercado interno estancado y hay indicadores que lo avalan; sin embargo, la industria automotriz empezó a tomar velocidad por dos eventos importantes que se conjuntaron el año pasado, más uno actual. El primero es que los jueces se pusieron muy firmes y se derogaron los amparos para la importación de autos usados de los Estados Unidos. Antes eran similares a las ventas de autos nuevos y hoy apenas representan menos del 20 por ciento.
El otro elemento fue la decisión del gobierno de la ciudad de México, encabezado por Miguel Mancera para endurecer el “Hoy no Circula” y dar calcomanía doble cero a vehículos menores a ocho años de usado. La Suprema Corte lo corrigió y desde hace unos meses pueden verificar unidades que cumplan con los niveles de emisión.
Y el tercer punto, fue la decisión de los bancos de soltar la cartera de préstamos. La compra de vehículos nuevos financiados supera el 65 por ciento.
