Autor: JULIO MARCELO BRITO ALVISO | 18/01/2019
Carlos Ghosn, el expresidente de Nissan, está cada vez más aislado en su celda de Tokio, donde lleva casi dos meses encarcelado y con menos expectativas de ser liberado en el corto plazo. Para empeorar su panorama, Renault, quien le había dado un respaldo sin condiciones, resulta que buscará un cambio administrativo luego de que el ministro de Economía y Finanzas francés, Bruno Le Maire, pidiera uno que sea “nuevo y duradero”.
La petición del Estado francés, que preside Emmanuel Macron, que es el accionista más poderoso del fabricante de automóviles, es una señal de que la última línea de defensa de Ghosn ha caído. El Gobierno francés se había abstenido de pedir la cabeza de Ghosn y afirmaba que debía ser considerado inocente hasta que se demostrara lo contrario.
Las posibilidades de que sea liberado pronto son cada vez más escasas, por lo que el mayor y más importante accionista de Renault se dio cuenta de que debe dejar atrás a quien lideró por años la alianza que mantiene la compañía francesa con Nissan.