Autor: JULIO MARCELO BRITO ALVISO | 27/11/2018
La directora general de General Motorts —CEO—, Mary Barra dio a conocer un dramático plan de recortes, que incluye cerrar seis grandes plantas para alcanzar ahorros de 6 mil millones de dólares para 2020 y perfilarse hacia el cambio tecnológico de autos híbridos y eléctricos. La noticia positiva para México es que no se tocó ninguna planta y hace unos 10 días el presidente y director general de General Motors Mexico, Ernesto Hernández, nos anunciaba la incorporación de la SUV Blazer para ensamblarla en Ramos Arizpe.
La noticia mala es que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump montó en furia, a tal grado que aceptó dio un trato muy rudo a la ejecutiva de General Motors. El tema neurálgico es que una de las plantas a cerrarse es la de Lordstown en Warren, Ohio, uno de los bastiones electorales de Trump y quien en campaña prometió auge económico. “Si ya no se vende el vehículo que ahí se produce (Cruze), pues entonces monten otro que se se venda”, le dijo Trump a Barra.
Al principio de su mandato Trump dobló a Ford, todavía bajo el mando de Mark Fields, de tal suerte que a la planta de San Luis Potosí, le pasó lo mismo que al Nuevo Aeropuerto de México: se quedaron a medio contruir. Aunque no son las mismas condiciones y el Poder de Trump disminuyó, al final es el presidente de Estados Unidos y México podría pagar los platos rotos.
