Autor: JULIO MARCELO BRITO ALVISO | 03/10/2018
Declaraciones de Carlos Ghosn, CEO de la alianza Nissan-Renault-Mitsubishi no me hacen ser optimista respecto a la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que de ahora en adelante se llamará USMCA —Acuerdo Estados Unidos, México y Canadá—. Sus palabras fueron lapidarias para México. “Claro, que vamos a invertir más en Estado Unidos”. Esto es lo que quería el presidente Donald Trump y lo dijo claro a sus conciudadanos al dar a conocer el acuerdo. “Traemos de regreso los empleos y plantas que un día se fueron”.
En los negocios lo que cuenta son los hechos y realidades. Podremos escuchar muchos análisis y proyecciones, pero la verdad está en las inversiones. Nissan durante más de 60 años ha sido una marca que le apostó en serio a México, al crear una plataforma de exportación de autos rumbo a Estados Unidos, de un millón de vehículos. Recién acaba de inaugurar una tercera megaplanta en Aguascalientes, pero a decir de Ghosn ahora migrarán al norte.
Recuerdo que en 1994 especialmente la izquierda aseguraba que Estados Unidos nos iba a anexar y pasaríamos a la categoría de Puerto Rico. No fue así, les ganamos en el terreno comercial, tan es así que Trump llegó a desmantelar los beneficios de la inversión extranjera directa. Hoy, a diferencia del pasado, no se observan avances, sino retrocesos, que eran mejor que nada, a decir de los negociadores.
Si en los próximos seis meses la industria automotriz no anuncia nuevas inversiones a la luz del USMCA significa que México perdió atractivo como lugar de manufactura. Cierto, es imposible que las plantas se vayan y cierre en la noche a la mañana, pero el empuje se irá extinguiendo inexorablemente y seremos un lugar para compra de vehículos y no de producción como ahora sucede. Sólo Dios y el padre tiempo tienen una respuesta certera.