Autor: Roberto Pérez S. | 06/12/2017
Hyundai ha afinado perfectamente todos los instrumentos de este modelo para ofrecernos un sedán mediano que resulta una hermosa melodía para todos los sentidos. Desde la vista, por su poderosa y seductora apariencia, hasta el olfato y el tacto, pues su habitáculo –de diseño ergonómico, espacioso en todas sus plazas, de gran calidad y un acabado impecable–, está rematado por grandes dosis de lujo, tecnología, seguridad y lo último en infoentretenimiento para crear un ambiente donde se percibe y respira exclusividad. No obstante, el factor emocional es primordial para que un tema sea un éxito, por lo que la firma coreana ha cuidado todos los detalles en el apartado motor/mecánico para dotar al Hyundai Sonata 2018 de un comportamiento más dinámico, divertido y confortable.
Aunque se trata de un cambio de medio ciclo de vida, lo cierto es que el nuevo Sonata 2018 bien podría parecer una generación completamente nueva, pues la firma coreana lo ha sometido a una profunda remodelación en todos sus apartados que lo convierten en una de las mejores opciones en el mercado de los sedanes medianos (donde compite con el Honda Accord, Toyota Camry, Kia Optima, Nissan Altima, Mazda 6,Chevrolet Malibu y Ford Fusion).
El protagonista de nuestra prueba es el Sonata Sport 2.0 Turbo (con un precio de $485,900), el cual ostenta una prominente parrilla hexagonal de nido de abeja en color negro –las versiones GLX, Premium y Limited Navi cuentan con una parrilla cromada en forma de cascada inspirada en la caída del acero fundido.
La potencia del Sonata Sport 2.0 T corre a cargo de un motor de 4 cilindros de 2.0 litros GDi turbo “twin-scroll” que eroga 245 Hp a 6,000 rpm y 260 lb-pie de torque a las 4,000 rpm, el cual se caracteriza por su gran entrega de poder desde muy bajas revoluciones, manteniendo un empuje constante en todo momento, lo que se traduce en un manejo muy deportivo.
Entre las novedades mecánicas que incorpora el Sonata destaca la transmisión de automática de 8 velocidades que destaca por su gran suavidad de funcionamiento y precisión, que contribuye en el aumento de la aceleración inicial y mejora la economía de combustible a altas velocidades.
Gracias a las pruebas realizadas en el Nurburgring y el Mojave Proving Ground, se han hecho cambios sustanciales a la suspensión delantera (tipo McPherson que incluye un rediseño geométrico y mayor soporte para mejorar la estabilidad.