Autor: JULIO MARCELO BRITO ALVISO | 02/11/2017
Una de las verdades de a kilo que comentó David Hernández, director de mercadotecnia de Suzuki, durante una entrevista, es que resulta imposible crecer en ventas cuando el dólar anda al garete y la inflación muy cerca del 7 por ciento. Con esas cifras ni la industria automotriz ni ninguna otra puede pensar en crecimientos importantes y sostenidos.
Se calcula que habrá una reducción del 6 por ciento en las ventas de autos, desde el nivel récord de 1.6 millones que se ofertaron el año pasado; sin embargo, en la refriega habrá a quienes les va menos mal que a otros. Aquí juegan factores importantes, como por ejemplo inventarios.
Un periodo de autos en bodega razonable son tres meses de ventas, sólo que algunas marcas tienen más de la norma y se volverá un dolor de cabeza, porque deberán buscar la forma de que salgan a venta, con el menor costo posible. Para el consumidor, es tiempo de esperar y aprovechar las oportunidades que sin lugar a dudas van a campear en el mercado. Esos bonos de 25 mil pesos, podrían parecer atractivos.
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