Autor: admin | 11/01/2017
Por Julio Brito A
Durante la jornada de prensa en el Autoshow de Detroit hubo dos notas destacadas. La primera a nivel de industria. Entre tantos conceptos consideramos que la reflexión más centrada fue la de Ernesto Hernández, presidente y director general de General Motors de México, quien indicó que debe esperarse a que Donald Trump asuma la presidencia de Estados Unidos y se sienten a negociar para saber qué quiere, qué propone y cuál será la estrategia hacia adelante.
La consideración es importante porque aún renegociándose el Tratado de Libre Comercio de América del Norte no va a ser en automático el impuesto. Son muchos los intereses, baste decir, que los activos de General Motors en México superan, sin problema más de 10 mil millones de dólares.
El presidente de la AMIA, Eduardo Solís, adelantó un poco el escenario extremo, en donde señaló que México tiene la opción de ir al arbitraje y si Trump tiene intención de elevar impuestos por exportación, pues también hay un límite. Con la tremenda devaluación del peso mexicano, se puede soportar un nivel de impuestos y conservar ganancias. El mejor técnico de línea de producción en México gana en torno a los 500 pesos diarios, por una jornada laboral de 8 horas, en tanto que en Estados Unidos se paga 32 dólares por hora. El diferencial es impresionante.
A estas alturas lo que más conviene a México es que Trump asuma su mandato y empezar las negociaciones, que consideramos primero deben ser de acercamiento y saber a ciencia cierta qué tipo de relaciones ofrece el nuevo gobierno de EU. Si desea un trato de socios comerciales y aliado en la lucha contra el terrorismo y la migración o preferirá el distanciamiento y enfriar las relaciones.
La otra nota es de producto. Consideramos que el lanzamiento del Toyota Camry en su octava generación fue el más relevante por diferentes circunstancias. La primera es que la marca japonesa hizo una apuesta por un diseño deportivo y emocional, la segunda, es un esfuerzo junto con otras marcas como Honda y su Accord por reducir la migración de clientes a las famosas SUV, y la tercera es el auto de mayores ventas dentro de Estados Unidos.
General Motors con el lanzamiento de la GMC Terrain llamó la atención en México, en especial porque se va a producir en la planta de San Luis Potosí y la Chevrolet Traverse. Ford ofreció la Ecosport y KIA, hablando de sedanes lanzó el Stinger , doble turbo de 365 caballos de fuerza. Se asegura que para la marca coreana representa un parteaguas en cuanto a diseño y desempeño.