Autor: admin | 10/01/2017
Foto: Cortesía
Julio Enrique Brito S., enviado especial
En las actuales circunstancias no podemos adelantar vísperas. Hay que esperar a que el nuevo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, tome posesión y entonces podremos sentarnos a negociar; “mientras tanto, los planes de producción, ventas, exportaciones e inversiones de General Motors continúan su marcha”, indicó el Presidente y director general de GMM, Ernesto Hernández en el marco del Autoshow de Detroit.
Se dio a conocer que la actual administración de Estados Unidos y GM no se han sentado a platicar y que deberán esperar a que llegue el nuevo gobierno, mientras tanto “México es la más filial importante de toda la industria automotriz del país, no solo por lo que produce, exporta y vende, sino por el negocio que representa”.
Por su parte, Alan Batey, presidente de GM Norteamérica, reafirmó que el Presidente Electo de Estados Unidos y GM no se han sentado todavía a platicar sobre todas la operación de la marca en la región, la cual es muy amplia y compleja.
La conclusión es que no se puede dar una postura, sobre todo cuando la región de Norteamérica es la más importante para General Motors, por el valor que representa la marca, por el número de empleos, y sobre todo, por las inversiones que se han realizado. “México es un excelente productor de vehículos”, señaló Hernández.
El negocio es de dos sentidos, pues no sólo exporta México, sino también importa una cantidad importante de unidades “igualmente un número importante de vehículos hacia el mercado mexicano, e igualmente México envía un importante número de unidades a Estados Unidos”, indicó Hernández.
Aseguró que GM analiza todas sus operaciones en términos de capacidades instaladas de sus fábricas, y busca la mejor ubicación, logística y rentabilidad, como la región de Norteamérica, que está muy integrada, y México es un excelente país para producir, como es el caso de la nueva camioneta Terrain.
La industria automotriz y en especial General Motors planea a largo plazo. “Las decisiones no se toman así de pronto y GM siempre busca maximizar sus capacidades instaladas”, indicó.
Para el mercado mexicano se tiene todo para llegar al 1.8 millones de unidades vendidas, en el que las restricciones a los autos usados de importación y la gran oferta de créditos han jugado un papel muy importante, comentó a su vez Ernesto Hernández.