Autor: admin | 09/01/2017
JULIO ENRIQUE BRITO, enviado especial
DETROIT, Michigan —El presidente de General Motors, Dan Ammann y la directora general de General Motors, Mary Barra, aseguraron que no planea cambiar el lugar donde produce sus vehículos compactos y subcompactos debido a las críticas del presidente electo Donald Trump, quien reprochó la semana pasada a la armadora el hecho de producir una parte de su modelo Chevrolet Cruze hatchback en las planta de ensamble en México. “Continuaremos con los planes de inversión, como estaban planeados”.
Al señalarle la amenaza de Trump de aplicar un impuesto fronterizo, Barra dijo que era muy pronto para especular al respecto. Afirmó que la estrategia de General Motors tiene más en común con los objetivos de Trump en comercio y empleo, de lo que difiere en las posturas del mandatario electo.
A principios del sexenio del Presidente de México Enrique Peña Nieto, General Motors se comprometió a realizar inversiones por 6,500 millones de dólares, los cuales se han ejercido más de la mitad de los recursos prometidos.
“Estoy muy ansiosa por ser parte de una solución que le permita al país fortalecerse de la manos de los comercios, junto con nuestra capacidad de manufactura”, señaló durante la presentación de la nueva camioneta GMC Terrain.
La producción de la Terrain se trasladará a México desde una planta en Ingersoll, Canada, para los modelos más recientes. La fábrica de Ingersoll retendrá la producción del Equinox, la camioneta deportiva de mayores ventas de GM.
Barra es parte de un grupo de directores generales que asesorará a Trump en temas económicos.