Autor: admin | 20/12/2021
La tarjeta de manos libres ha facilitado el uso del auto. Diseñada por primera vez por Renault hace 20 años, se convirtió rápidamente en un éxito entre los consumidores, a pesar de algunos baches en el camino. Pascaline, responsable de productos transversales de la división de productos de Renault Group, nos hace un recorrido por la historia de la tarjeta mágica.
Considerada inicialmente como un artilugio digno de 007, la tarjeta de manos libres fue adoptada poco a poco por los fabricantes de todo el mundo, hasta convertirse en un elemento de serie en muchos vehículos. Al igual que el hatchback, que se popularizó a principios de los años 60, este pequeño objeto —apenas más grande que una tarjeta de crédito— es una de las principales innovaciones de Renault, que dejará su huella en la historia del automóvil.
Detrás de la minimalista carcasa de plástico de la tarjeta de manos libres se esconde un sofisticado núcleo electrónico. Está programado para “comunicarse” constantemente con el auto al que está vinculado.
Al acercarse al vehículo, la tarjeta es detectada por receptores-transmisores situados en todo el auto. Cuando el vehículo solicita a la tarjeta una verificación, ésta emite una señal de radio que contiene un código de acceso. Si el auto reconoce el código, desbloquea las puertas. Todo ello en sólo 80 milisegundos. Más rápido que un parpadeo. Cuando la persona que tiene la tarjeta de manos libres sale del vehículo, la computadora de a bordo sigue llamando a la tarjeta a intervalos regulares para ver si sigue cerca. Cuando la tarjeta deja de responder, la computadora bloquea todas las puertas.
A lo largo de los 20 años transcurridos desde su creación, la tarjeta de manos libres de Renault ha sufrido constantes cambios. Tanto en su aspecto como, sobre todo, en la tecnología que contiene.
En 2001, la primera versión fabricada por el proveedor de equipos Valeo, era conocida como la tarjeta “práctica”. Cualquier persona que tuviera la tarjeta podía bloquear y desbloquear el auto pulsando un botón situado en la tarjeta o en la manilla de la puerta. La versión estándar debía utilizarse como un mando a distancia o podía ampliarse a un modelo “manos libres”. En el interior, la consola central cuenta con una ranura para la tarjeta y un botón para arrancar el motor.
En 2007, Renault pasó a la tarjeta “mágica”. Al llevar la tarjeta encima, el conductor sólo tiene que agarrar la manilla de la puerta para que todo el vehículo se desbloquee. En el interior, la ranura de la tarjeta se ha eliminado.
En 2015, Renault lanzó el Espace V, un monovolumen que venía equipado con una versión más eficiente y renovada de la tarjeta de manos libres. También presentaba una nueva secuencia de bienvenida luminosa y sonora.
En 2019, el diseño adquirió el verdadero significado del término “manos libres”. El vehículo bloquea y desbloquea las puertas automáticamente al acercar o alejar la tarjeta.
En 2022, el Nuevo Megane E-TECH Eléctric va a llevar la experiencia de manos libres aún más lejos. Gracias a unas antenas más eficaces, el portador de la tarjeta es detectado fácilmente, independientemente de su posición en una zona de 360° alrededor del vehículo. La secuencia de bienvenida se activa al acercarse al vehículo, mientras que los tiradores de las puertas, normalmente ocultos en la carrocería, se abren y la tapa del puerto de carga se desbloquea automáticamente.
Ahora que los smartphones parecen estar a punto de sustituir a las tarjetas, Renault ha optado por aprovechar sus nuevas capacidades sin dejar que la tarjeta de manos libres se quede en el camino. Al contrario. En 2021, los pedidos de equipamiento de vehículos de Renault demuestran que los clientes son muy aficionados al accesorio de la tarjeta. Se incluyeron en casi dos de cada tres vehículos Renault vendidos. En algunos modelos, como ZOE y Espace, esa tasa se elevó al 100%. En otros, como Scenic, Captur, Kadjar, Talisman, Koleos y Arkana, superó el 90%.