Autor: admin | 09/11/2021
Alan Pazthierry:
Finalmente, después de un año de ausencia debido a la pandemia COVID, el Gran Circo regreso a México y como era de esperarse, la barra azteca llegó a las puertas del Autódromo Hermanos Rodríguez a cumplir con la cita de apoyar a nuestro paisano Sergio “Checo” Pérez que desde este año, cuenta con uno de los monoplazas más fuertes en el campeonato, misma razón por la cual la fanaticada estalló desde el día uno para corear al unísono de “Ole Ole Ole Checo Checo”.
El primer día fue una locura llena de nostalgia y emoción, tras un año complicado para nuestra nación y la esperanza de que este Gran Premio si se cumpliera esta ocasión, todos llegamos con la emoción de escuchar nuevamente el rugir de los autos más rápidos en la pista del mundo, a lo que Checo también nos daría de que hablar ya que al intentar controlar las problemáticas que vendrían con la presión de ser el piloto de casa, en la primera practica tuvo un golpe a la salida de la peraltada debido a la suciedad en la pista y que gracias a un gran trabajo en equipo podría volver a salir y marcar en las primeras dos prácticas la 4ta posición solo detrás de los Mercedes y su compañero Max Verstappen.
El sábado venía el día que muchos temíamos debido a que sabemos que es el día que suele complicarse más para nuestro piloto mexa, debido a las vueltas de clasificación que son al límite y con pura fe, sin embargo al amanecer, en las terceras prácticas Checo nos impresionará e ilusionaría tras marcar el mejor tiempo de la sesión y dejándonos ansiosos por ver la clasificación, donde una vez iniciada, su antiguo compañero Stroll tendría un accidente a la salida de la última curva así como Sergio el día anterior, nos recordaría lo traicionera que puede ser esta pista y lo difícil que es ir al límite sin cometer errores, paso la Q1 y la Q2, nuestro piloto ya estaba en la última parte de la clasificación y los Mercedes de Lewis Hamilton y Valtteri Bottas no aflojan tampoco, por lo que decidieron salir los dos pilotos de la bebida energética a todas en una vuelta donde desafortunadamente el japonés Tsunoda produciría turbulencias y levantaría el polvo, lo que complicaría la entrada de Checo en una curva y deshaciendo así el efecto rebufo que estaba dando a su compañero Holandés, por lo que la primera fila quedaría ocupada por los teutones seguidos por el equipo de los Toros Rojos con nuestro compatriota en la cuarta posición.
El ambiente mexicano, la emoción y la felicidad seguiría hasta el último momento, el domingo llegaba el momento que todos esperábamos y la gente se formaba afuera del Autódromo de la Magdalena Mixhuca, eran las nueve del día y la gente ya vitoreaba e intercambiaba risas, pronósticos, cantos y nervios. Más tarde como ya nos tenían acostumbrados salían los aviones de la armada azteca a recibir al Gran Circo y a sus espectadores, el himno sonaba fuertemente por las bocinas y las gradas se levantaban a cantar con orgullo el himno, al igual que uno de los veinte pilotos en el Paddock, se le hizo un homenaje a los seres queridos que habían fallecido tras la tragedia que fue la pandemia y a la una en punto de la tarde los V6 turbo híbridos rugirían para dar inicio al GP de la Ciudad de México.
Al fin la carrera iniciaba y los nervios nos congelaban a todos, pues sabíamos lo fácil que era tener un accidente en la primera curva y entonces pasó… Verstappen en una maniobra increíble pasaría a los dos Mercedes desde la zona externa, después las gradas se levantaron a gritar de emoción, los más distraídos preguntaría que paso y seguirían la corriente y en el foro sol no tardarían en cantar “Ricciardo hermano ya eres mexicano” debido a que en una acción no premeditada, el australiano se iría de largo y tocaría por detrás al 77 de Mercedes dejando el paso libre para que Pérez tomará desde el principio la tercera posición, a partir de aquí, la estrategia sería lo que jugaría a favor o en contra de nuestro piloto.
Desafortunadamente para el japonés Tsunoda, la carrera acabaría en la primera vuelta debido al caos de la primera curva, al igual que el hijo del Kaiser Mick Schumacher.
Más adelante en la carrera el neerlandés de Red Bull ganaría distancia contra el británico, ya había más de 6 segundos entre ellos a sólo la mitad de la carrera, Checo estaría a sólo unas vueltas de tomar el rebufo del 44 y dado a las paradas en los pits, lo fuerte que es el 7 veces campeón del mundo, aunque en muchas ocasiones el mexa estuvo en zona DRS no lograría alcanzarlo, terminando la carrera en tercero, detrás de Hamilton y de su coequipero en primero.
Describir en unos párrafos toda la carrera es muy complicado, cabe destacar el gran trabajo de Sainz y su velocidad, el aguante de Ricciardo en toda la carrera deteniendo a Bottas, a Gasly que aguanto los ataques de los dos Ferrari, pero lo más importante es la gran afición que el pueblo mexicano aporta a este evento, que a pesar de contratiempos en la organización, problemas de audio, gradas incompletas, entre otras cosas, jamás dejaron de apoyar a sus pilotos, a su bandera y no pararon de cantar México lindo y querido.
Fueron 371,779 los asistentes a este gran evento durante todo el fin de semana, el segundo evento con más asistentes solo detrás del GP de Austin hace solo una semana, pero el más concurrido en tierras aztecas, se dio una derrama económica de más de 14mil mdp, se homenajeo y dio reconocimiento durante el evento a los trabajadores del hospital AHR y más importante que todo es que por primera vez en la historia un Mexicano se subió al podio de México.
Son pocos los momentos en la vida en la que uno se puede sentir parte de la historia y este fin de semana todos fuimos parte de esta historia. ¡VIVA MÉXICO!
