Autor: admin | 29/04/2021
Pasar de fabricar vehículos de gasolina a manufacturar vehículos eléctricos o de fuentes alternativas no es tarea fácil. El compromiso de Honda por una movilidad más sostenible viene de muy atrás, por lo que hoy en día lleva gran ventaja en este segmento, comprobándolo con su más reciente prototipo, el Honda SUV e:prototype.
De forma más precisa, los esfuerzos de Honda por una sociedad eléctrica se remontan a hace más de dos décadas, con el nacimiento de Honda Insight. En un momento dónde lo eléctrico tenía poco éxito en el mercado, Honda apostó por marcar el camino a seguir hacia una transportación más limpia. Desde entonces, Honda se ha dedicado a desarrollar soluciones de movilidad sostenible, como los motores híbridos y eléctricos.
Honda ha seguido innovando y creando ideas que revolucionan la industria y la impulsan hacia el futuro:
– El legendario motor VTEC (1989),
– El primer coche híbrido de producción Honda Insight (1999 en Europa),
– FCX Clarity (2008), primer coche de pila de combustible de hidrógeno en comercializarse,
– La nueva tecnología Traffic Jam Pilot,
– Y la lista es larga, y no está previsto que Honda pare de innovar.
En 2021 se comercializarán en la industria automovilística una cantidad de baterías de iones de litio 20 veces superior a la de 2010, según datos de la Unión Europea. El crecimiento en la demanda, fomentado por el gran impulso legislativo de los gobiernos, aumentará todavía más el ritmo de producción. Para avanzar hacia una movilidad sostenible, urge desarrollar procesos de reutilización y reciclado que eviten de forma temprana la acumulación de residuos tecnológicos.
Para llevar a cabo este proceso, Honda se asoció con SNAM (Société Nouvelle d’Affinage des Métaux), que utiliza un transporte seguro y con bajas emisiones de carbono. Si las celdas de la batería están dañadas no es posible darle una segunda vida, y se procede a extraer los materiales de valor. Una vez extraídos, estos materiales reciclados pueden utilizarse, por ejemplo, en la producción de nuevas baterías. Otros materiales de uso común, como el cobre, el metal y los plásticos, se reciclan y se ofrecen al mercado para su uso en la producción de aplicaciones diversas.