Autor: admin | 07/10/2015
Por Julio Brito A.
Cuando revisamos los datos mensuales de la AMIA al mes de septiembre, casi pegamos un brinco al registrarse una caída del 30.8% en la producción. De inmediato se pensó que era repercusión de los problemas ambientales que enfrenta la empresa alemana.
El mismo presidente de la Asociación Mexicana de la industria Automotriz prefirió darle la vuelta y durante la reunión de prensa sólo atinó a decir pregúntele a la empresa, la AMIA sólo da el dato.
Al final regresó el alma al cuerpo cuando revisamos que la planta de Volkswagen en Puebla tenía programado, desde hace tiempo, dos semanas de paro por cambio de año-modelo. Regularmente las empresas requieren dar un impasse para adecuar la producción a los nuevos diseños del 2016. Lo mismo le pasó a Nissan, que registró una reducción del 10.9%, así que todavía falta tiempo para que empiece a cobrar factura el hecho de que por siete años los ingenieros de Volkswagen alteraron el software de emisión de contaminantes en motores a diésel.