Autor: admin | 29/09/2015
Riesgos y rendimientos
JULIO BRITO A.
Prácticamente ayer empezó el largo y sinuoso camino de la reivindicación de Volkswagen en el mundo, en especial los Estados Unidos. Aunque se sabe que no es suficiente un nuevo liderazgo de Matthias Mueller, sus estrategias resultarán claves. Un triunfo significará un repunte muy fuerte de la marca, un fracaso, podría ser su tumba o rezago mortal.
Matthias Mueller se enfrenta a una serie de problemas que ya se habían perfilan antes del escándalo de los motores a diesel y se empeoró con las repercusiones. Ahora, lo menos que importa es la rentabilidad, porque la prioridad es limpiar el desorden que generó su fraude ambiental no solo en los Estados Unidos, sino del resto del mundo donde comercializaron sus motores amañados.
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Las recomendaciones son muchas, pero hay algunas como la de hacer un programa sostenido de ofrecer disculpas, en una amplia campaña de publicidad y sobretodo, la “humildad, que será el nombre del juego”, cosa que para un alemán resulta complicado.
Al igual que General Motors deberá contratar una buena firma de abogados, en especial en Estados Unidos, que le permita conducir una investigación cierta y atenuar los efectos legales. VW se enfrenta a docenas de demandas públicas y privadas, las investigaciones del gobierno, gastos de compensación y recuperación, el costo combinado de los cuales podrían superar los 7,280 millones de dólares y la otra revalorizar a la compañía en el mercado bursátil, en donde ha perdido 26 mil millones de dólares. O sea, como dicen en mi pueblo, tienen que rifársela.