Autor: admin | 28/09/2015
Su éxito radica en el refrendo de su ADN: bien ensamblada, aislada de ruidos externos, confortable y predecible.
JULIO BRITO A.
Una cosa es hacer una prueba de manejo para comentarle el lanzamiento de un modelo y otra muy diferente hacer la misma prueba de manejo, después de ocho meses y descubrir poco a poco los motivos por los que un cliente decide compra del vehículo en cuestión. Este segundo escenario lo vivimos con la Toyota RAV-4, que fue lanzada a finales del año pasado, y comprendimos los motivos de su éxito, que es muy sencillo y se puede sintetizar en tres palabras, que son como su ADN: competente, atlética y versátil.
Tuvimos en casa la Toyota RAV-4 Platinum AWD, el tope de gama, que tiene un precio de 457,400 pesos y escala en tres versiones que empieza en la versión LE 4X2, XLE AWD y Limited AWD. Lo primero fue investigar qué quiere decir RAV-4, Recreational Activity Vehicle 4-wheel drive y desde el año de su lanzamiento en 1994 encabezó la migración de sedanes a las famosas SUV compactas. Ya en su cuarta generación se suman más de 6 millones de unidades vendidas en todo el mundo, que junto con el Toyota Corolla son las estrellas de la marca.
Hay varios motivos para el singular éxito. Lo primero fue estar en el lugar importante, en el momento oportuno. Los años 90s. fue el “boom” del nuevo segmento de SUV compactas y en los últimos 22 años se ha consolidado como el de mayor competencia. En México hay más de 15 modelos donde destaca, por ejemplo, la Ford Escape, la Honda CR-V, líder del segmento en los últimos 18 meses, la Chevrolet Captiva, la Nissan Xtrail, Dodge Journey y la Suzuki Gran Vitara entre otras.
Después de algunos días de manejo, de compartir el día con día con la Toyota RAV-4 comprendí que no era la SUV más rápida del mercado, 8.2 segundos para llegar a 100 kilómetros por hora, tampoco la más grande y fue cuando descubrí el motivo del éxito por tanto tiempo: es fiel a sus principios y ofrece lo que esperan los clientes. Tiene una de los más altos niveles de lealtad y conserva ese ADN en sus cuatro generaciones.
Al igual que ayer es un vehículo para transportar a cinco pasajeros adultos de manera cómoda con ágil y amplio ingreso a la unidad. Se siente el confort, calidad y por fortuna no existe la opción de tercera final, que se dejó para otros modelos como la Toyota Highlander. En la anterior generación la llanta de refacción iba pegada a la puerta trasera, que se abría de derecha a izquierda. Hoy, el neumático de emergencia se ubicó abajo del piso y es una compuerta eléctrica, que abre a un espacio generoso con piso plano, listo para la carga.
Ya sobre la marcha rueda de manera silenciosa, aislando de los sonidos exteriores. La carrocería se siente sólida, incluso sobre superficies mojadas, sin zumbido de resonancia del chasis. En un viaje corto de fin de semana a Cuernavaca se percibe un interior con materiales de alta calidad, la piel de los asientos cómodos, eléctricos -conductor y acompañante-con calefacción.
Mientras que para muchas marcas como la Ford Escape es importante sentir la deportividad desde el primer toque del acelerador, para la Toyota RAV-4 su respuesta es rápida y completamente predecible dentro de los límites. Los cambios de su transmisión de seis velocidades es pausado y en los momentos de rebase, en modo estándar la respuesta es rápida, firme y segura gracias su sistema AWD, que tuvo su origen para vehículos todo terreno, pero que Toyota fue adecuándolo para autopistas y ambiente urbano.
Para todas las versiones se equipa con el motor 2.5 litros de cuatro cilindros con 176 caballos de fuerza. La tracción delantera es estándar, y en todas las ruedas con nuevos controles electrónicos para mejorar el manejo es una opción. Todas las versiones de Toyota RAV-4 están equipadas con el sistema antibloqueo (ABS) con distribución electrónica de frenado (EBD) y asistencia de frenado (BA) y SST (smart stop technology), seis bolsas de aire, barras de protección laterales, que le dieron las cinco estrellas de seguridad en Estados Unidos .
La versión Platinum AWD tiene una pantalla de 7 pulgadas, que permite operar el sistema de navegación a golpe de vista con Sistema de audio JBL, AM/FM/CD con reproductor MP3 y WMA, USB, Auxiliar, Bluetooth y 11 bocinas, control de mando al volante y tablero digital.
La conclusión final es que refrenda sus valores originales: una SUV bien hecha, segura, actual y sobretodo muy competente.
