Autor: admin | 25/09/2015
Tampoco implica una crisis en la industria automotriz
Por Julio Brito A.
Cuando una empresa tiene en caja 27 mil millones de euros, como es el caso de Volkswagen, solo hay una cosa segura: tiene futuro. En el corto plazo, deberá tragarse momentos amargos, como las multas y los dueños del consorcio tendrá que ir con la cabeza agachada al Senado de los Estados Unidos a explicar de manera detallada, que pasó y cómo resolverá el problema de los motores a diésel alterados.Para el orgullo alemán no es cosa menor, pero siempre hay un momento en que debe pedirse perdón.
A decir del todavía presidente de VW en Estados Unidos, Michael Horn, “pagarán lo que se deba pagar”, pero atrás de las multas están el desprestigio cara al consumidor. Aquí debemos ser muy claros y de acuerdo a la EPA —Agencia medioambiental de EU— lo que no puede vender son los vehículos con motores a diésel, pero el resto de los modelos continúan en distribuidoras listas para el público. El daño tampoco es devastador, en el sentido de que son todos los modelos. Es una parte importante, como 26 por ciento, pero no es para acabar con la firma.
Tampoco implica una crisis en la industria automotriz. El tema está muy focalizado a los desperfectos y reputación, pero la demanda ahí está, ahí sigue. No es una crisis económica, de oferta y demanda. En ese sentido, lo que deje de vender Volkswagen seguramente lo ofertará cualquier otra marca. Así son las cosas.