Autor: admin | 20/08/2015
-Para desarrollar un motor, 12 mmdd
Julio Brito A.
La industria automotriz no tiene un futuro promisorio, a pesar del gran momento por el que atraviesa. El mayor reto a juicio de varios analistas son los pobres retornos de capital. De una muestra de 30 sectores en la Bolsa de Nueva York, ocupa el sitio 26. Es una industria que devora los recursos, pero no logra los niveles de ganancia como en el sector aeroespacial y no se diga de telecomunicaciones. Cada vez más se margina de los flujos que generan los mercados bursátiles.
Varios analistas consideran que la industria automotriz es altamente derrochadora de recursos. Por ejemplo, en poco tiempo estarán de moda los motores de tres cilindros y sólo en investigación y desarrollo se han invertido 12 mil millones de dólares, una cantidad que no justifica el uso intensivo de capital. En su afán de competir cada consorcio tiene su propio equipo de ingenieros y desarrolladores. Al final, ejecutivos como Carlos Ghosn de Nissan-Renault se pregunta qué tan importante es para el consumidor el hecho de saber que el motor se distingue del otro. Por eso, junto con el grupo Daimler, que lleva Dieter Zetsche, decidieron invertir en una línea de motores que abasteciera a los próximos modelos Infiniti y Mercedes Benz, que se producirán en Aguascalientes, México.
En la historia hay muchos testimonios de desarrollos de motores que al final de la historia equipan a vehículos de diferentes marcas. BMW lo hizo con Peugeot y Ford en algún momento con Mazda. Actualmente no hay ninguna relación. Aquí en México vemos cómo de la misma planta de Mazda en Salamanca saldrán los nuevos modelos Yaris R de Toyota.
Esta puede ser una tendencia que se generalice especialmente a raíz de la experiencia entre Mercedes Benz y Nissan-Renault. Trabajan de la mano atrás del mostrador, compartiendo, por ejemplo, ejes y hacia afuera cada quien hace su trabajo de mercadotecnia. Al final es lo que está proponiendo el CEO de Fiat-Chrysler, Sergio Marchionne.