Autor: admin | 14/08/2015
Riesgo y rendimientos
-Lógica de fusión que propone Marchionne
-Grupo Senda adquiere flotilla de Navistar
Julio Brito A.
No entendíamos a cabalidad la propuesta de Sergio Marchionne, CEO del Grupo Fiat-Chrysler cuando propuso una alianza con General Motors, que podría terminar en una fusión. De principio parecía solo una buena idea, pero la realidad es que tiene un mar de fondo, de tal suerte que obligó a los principales personales de la industria como Bob Lutz, expresidente de General Motors, a reflexionar sobre el futuro de la industria. Al final aceptar que la industria automotriz es una destructora de capital y de ahí su sistemático pobre desempeño. Las acciones de las automotrices en los mercados de valores están depreciados y estancados.
El diagnóstico es sumamente sencillo. La industria automotriz en su genética destruye los capitales, porque no genera utilidades. No obstante el superescate a General Motors y Chrysler por parte del gobierno de Barack Obama de Estados Unidos y los altos niveles de ventas, a rango histórico, las marcas no atraen a los inversionistas.
La razón es muy sencilla: los niveles de rentabilidad respecto al capital invertido es muy pobre, menos del doble que genera la industria aeroespacial y mucho menor a telecomunicaciones. El futuro para la industria automotriz no es alentador, porque aún en tiempos de auge no fluye la inversión y sus títulos en bolsa de valores, que en el pasado fueron un imán para los inversionistas, hoy resulta pobre y mediocre.
Marchionne encontró que la genética de la industria automotriz es muy demandante de capital con pobre retorno. Los consumidores exigen autos más equipados a menores costos, además los ciclos de vida de los productos, casi de cuatro años en promedio, los obliga a intensa inversión en investigación y desarrollo.
Sin los recursos del mercado de valores Marchionne considera que son inevitables las fusiones, como la que ofreció a General Motors, aunque a la luz del día pocas han tenido éxito en el mundo automotriz. La otra opción es que los proveedores se vuelvan socios de las armadoras y una tercera es que las empresas de telecomunicaciones, que son las de mayor éxito bursátil inviertan en la industria, acompañados de su gran riqueza y los que en un futuro darán el gran giro a los automóviles al llenarlos de tecnología.
Por lo pronto, Nissan-Renault de Carlos Ghosn realizan un esfuerzo de asociación con Grupo Daimler de Dieter Zetche y hacen inversiones conjuntas. Es la fórmula que está recomendando Marchionne, ahora que todavía hay tiempo y estamos en época de un auge, que podría ser efímero.
FLOTILLA.- Navistar México, que dirige Carlos Pardo entregó 130 unidades 4700 Semi Control Delantero -4700 SCD- a Grupo Senda a través del distribuidor Sierra Norte, las cuales serán utilizadas para transporte de personal empresarial en Nuevo León, San Luis Potosí, Zacatecas y Coahuila. Las unidades cuentan con aire acondicionado de primera generación, calefacción, motor ecológico que cumple con las normas nacionales y capacidad para 37 pasajeros.