Autor: JULIO MARCELO BRITO ALVISO | 13/08/2019
En su apuesta por crear una fábrica inteligente, digitalizada y conectada, la planta de SEAT en Martorell ha implementado con éxito dos singulares robots colaborativos. Trabajan en la parte inicial de la cadena de montaje y son los encargados de poner en el portón de los coches los nombres de los SEAT Ibiza y Arona a su paso por la línea, sin detener el proceso y compartiendo espacio con los operarios.
Los dos robots colaborativos, ubicados a ambos lados de la línea, colocan dos tipos de “lettering”: el del lado izquierdo selecciona y coloca los nombres Ibiza y Arona en función de cuál de estos modelos pase por la línea, mientras el del lado derecho se encarga de situar las siglas FR de los vehículos que tienen este acabado. Ambos robots están dotados de una mano diseñada para coger los diferentes tipos de letras mediante succión por ventosas, retirar el papel trasero protector, adherirlas al coche aplicando la fuerza exigida, quitar el protector delantero y tirarlo a un contenedor para su reciclaje.
Además, cuentan con un sistema de visión artificial que usan en varias ocasiones en este proceso para realizar un ajuste fino de la posición con el que se absorben desviaciones. Todo ello mientras el vehículo avanza por la línea de montaje. Gracias a esta novedad, la operación se realiza automáticamente y en movimiento, sin necesidad de trabajar a tacto parado.
La instalación está equipada con un “encoder” o dispositivo de control que le permite adaptarse a cualquier cambio de velocidad de la línea, con la complejidad que esto supone desde el punto de vista de programación. Y todo sin necesidad de tener vallado alguno que separe los robots de las personas que trabajan en la zona. Compartir el mismo espacio de trabajo es el factor diferencial de los robots colaborativos frente a los industriales, entre otros, como una menor velocidad de movimiento o su capacidad de reaccionar al contacto, para garantizar en todo momento la seguridad de las personas que trabajan junto a ellos.
Dr. Rainer Fessel, director de la fábrica de Martorell, afirma que “en SEAT avanzamos a paso firme para colocarnos a la vanguardia de la innovación. Los robots colaborativos nos permiten ser más flexibles, más ágiles y más eficientes, y suponen una muestra más de nuestra decidida apuesta por seguir siendo un referente en Industria 4.0”.
Un referente de la Industria 4.0
Junto a los dos “cobots” de lettering, y como ejemplo de la transformación hacia convertir SEAT Martorell en una smart factory, la fábrica tiene hoy unos 20 robots colaborativos en las áreas de montaje, que apoyan el trabajo en la línea, especialmente en aquellos puestos complicados ergonómicamente. Por ejemplo, recientemente se ha puesto en marcha en la parte final de la línea de montaje un robot colaborativo que ajusta las molduras laterales de los SEAT Arona. En esta zona de montaje, en la que los vehículos pasan sobre una vía elevada, el robot cuenta con un rodillo que consigue aplicar la fuerza adecuada y en movimiento para acabar de fijar estas piezas.
En los últimos años, SEAT ha aplicado a todo su ciclo de producción novedades tecnológicas como los propios robots colaborativos o vehículos autoguiados (AGVs), combinados con una gestión más eficiente de datos gracias al uso de la inteligencia artificial, el big data o el blockchain, que permiten una fabricación más eficiente, flexible y ágil.
La planta también cuenta con más de 2.000 robots industriales que se encuentran en constante movimiento. Todas estas novedades 4.0 conviven con los 8.000 trabajadores de la fábrica, que pueden llegar a fabricar 2.400 vehículos cada día, es decir, un coche cada aproximadamente 30 segundos.