Autor: JULIO MARCELO BRITO ALVISO | 12/08/2019
Guillermo Prieto Treviño, presidente actual de la ALADDA y de la AMDA en nuestro país puso los puntos sobre la íes al señalar de manera fuerte los desequilibrios que existen entre las empresas concesionarias y las grandes marcas productoras de vehículos. Los desajustes son reiterativos y el último que vivimos fue el encuentro entre Nissan y su red de distribuidores. La expresidenta y directora general Mayra González los acicateó de tal forma que estalló el descontento.
Prieto Treviño, desde Brasil mandó el mensaje “Ante este panorama, el negocio de la distribución de automotores requiere de un marco jurídico que regule la relación con los fabricantes e importadores, con el objeto de equilibrar las desiguales posiciones de poder y garantizar las condiciones mínimas para recuperar las inversiones”.
No existe un marco jurídico que regule la relación entre plantas y distribuidores. Es un contrato mercantil-particular y por razón natural se carga de un solo lado. Por ejemplo, la mayor queja de los distribuidores de Nissan es que se les obliga a tener altos inventarios, con costos fuera de control. No les avisan cuántos vehículos les mandarán, sino que simplemente llegan.
Desde un principio la SUV Nissan Kicks tuvo problemas para incrementar ventas. No salían y no se vendían en la cantidad que quería la marca, aún así y por compromiso de producción Mayra González, expresidenta de Nissan las enviaba a la red. El resultado fueron los altos costos operativos y sobre todo que la marca tiene la sartén por el mango. Si se quejan los concesionarios, les retiran la licencia.
El marco jurídico que pide la AMDA es para una mejor operación y regulación entre las partes y que se les vea en calidad de socios.
La ALADDA recordó que solamente Brasil es la nación que cuenta con una normatividad en esta materia conocida como la Ley Renato Ferrari de 1979 cuya última renovación fue en 1990, por lo que también necesita una nueva actualización.
La Declaratoria de Sao Paulo enunció que de forma enunciativa más no limitativa, los distribuidores de automotores latinoamericanos se manifiestan en contra de la cancelación unilateral de contratos de distribución, la venta directa de vehículos por parte de los fabricantes e importadores con precio y condiciones de venta mejores a las otorgadas a los distribuidores, la asignación unilateral de inventarios y el condicionamiento de los mismos, así como la omisión de responsabilidad en la liquidación de pasivos ante una rescisión injustificada.
