Autor: JULIO MARCELO BRITO ALVISO | 28/02/2019
Los tendencias dramáticas imperan en la industria automotriz. Por un lado, la producción masiva de autos eléctricos e híbridos y por el otro la migración a camionetas crossover y SUV —deportivas— en detrimento de los vehículos sedanes, que son especie en extinción. Ford, General Motors y Chrysler prácticamente abandonaron el segmento y las marcas japonesas los mantienen, con la esperanza de captar compradores que se mantengan fieles a la configuración de autos con cajuela.
Hace algunos días Tom Sullivan nos comentó que la salida del mercado de los sedanes de Chevrolet Malibu y Cruze era una oportunidad para que su sedán compacto Corolla incremente su participación de mercado y no tanto Camry, que competía con el venerable Malibu. A pesar de que en los últimos años se incrementó de manera importante el tamaño de los sedanes, para poder competir con las pujantes SUV, con el tiempo se convenció que habían perdido la partida.
En México, todavía hay esperanzas sobre mantener la configuración de sedanes y es que el Nissan Versa, es el auto más vendido en México. El año pasado se vendieron 93 mil 041 unidades. De hecho, para la marca sensación KIA, el Forte es un vehículo más vendido. Sin embargo, el mercado de Estados Unidos no hay duda sobre la desaparición de sedanes. Los que venden en México, el grupo Fiat-Chrysler como el Dodge Attitude, el Dodge Vision y el Neón, se producen fuera de la región de América del Norte. Sólo sobreviven el Challanger y el Charger, pero en contraparte hay más de 10 modelos básicos de camionetas.
RETO. Por cierto, que el grupo FCA, que dirige en México Bruno Cattori, tiene un singular reto. Se trata de disminuir el impacto de la salida de Mitsubishi, que representaron ventas por 18 mil unidades anuales. La marca japonesa aportaba 2 por ciento de la participación de mercado. El pronóstico es que continuará la pulverización del mercado, que actualmente encabeza Nissan Mexicana, con cerca del 22 por ciento.