Autor: JULIO MARCELO BRITO ALVISO | 08/11/2018
Estuvimos en el lanzamiento de las pick ups de Chevrolet, la Cheyenne y la Silverado. Nuevos diseños, más robustas, pero sobre todo que son producidas en la planta de General Motors que se ubica en Silao, Guanajuato, y de las que se exporta más del 80 por ciento. “Estamos tranquilos y optimistas con el cambio de gobierno”, señaló Ernesto Hernández, presidente y director general de General Motors de México, quien de paso reafirmó que se producirá la Chevrolet Blazer en la planta de Ramos Arizpe.
Al cierre del sexenio, el alto funcionarios de GMM señaló que se cumplieron con las inversiones prometidas y que hacia adelante se deben reajustar los cambios que se negociaron con Estados Unidos y Canadá en el marco del T-MEC. “Siempre participamos, durante todo el proceso, fuimos parte del cuarto de junto y quiero decir que no hubo sorpresas. Se tomaron en consideración los puntos que expusimos. El cambio es grande, especialmente para los proveedores, quienes tendrán que incorporar más contenido nacional, pero manera escalada, del 66.5 por ciento hasta llegar al porcentaje pactado”.
Ernesto Hernández fue claro al señalar que hay muchas oportunidades, para incrementar el contenido nacional. “Somos fuertes en motores y aceros, pero requerimos piezas, como plásticos, resinas y componentes de chasis”.
Finalmente aseguró que la inseguridad que se vive en Guanajuato ya pegó a General Motors: “Pero la hemos podido manejar en combinación con los tres niveles de gobierno”.
En el plano industrial, General Motors ha sido líder en México. Fueron los primeros en colocar una planta ensambladora en Guanajuato y luego le siguieron Mazda, Honda, Toyota y Volkswagen (fabrican motores). Lo mismo sucedió en San Luis Potosí, tras poner otra planta de producción en donde se ensambla la Trax le siguió BMW, donde inició la producción del sedán Serie 3 para 2019.