Autor: JULIO MARCELO BRITO ALVISO | 26/02/2018
Peugeot 508 lo cambia todo. Con una nueva arquitectura, baja y compacta, un nuevo diseño exterior afilado y potente, un interior espectacular que incorpora una interpretación novedosa del Peugeot i-Cockpit®, el Nuevo Peugeot 508 promete sensaciones intensas.
Su ejemplar comportamiento en carretera, sus nuevos motores, su amplio equipamiento tecnológico y su salto generacional en materia de calidad convierten al Nuevo Peugeot 508 en el buque insignia mundial de la estrategia de montée en gamme de la Marca.
En el primer vistazo, el Nuevo Peugeot 508 impacta y sorprende por su fuerte personalidad y su perfil dinámico. Se trata de un vehículo bajo, con apenas 1,40 metros de altura, que destaca por sus líneas fluidas y aerodinámicas, en línea con la estética “coupé”.
El frontal es impresionante, incluso agresivo. La parrilla fina y con cromados ajedrezados, se impone en medio de los proyectores Full LED, que se inspiran directamente en el último concept-car de la marca, el Peugeot Exalt. Con el león en el centro de la parrilla y el logo “508” en la punta del cofre, el Nuevo Peugeot 508 rinde homenaje a dos ilustres antepasados: los Peugeot 504 y 504 Coupé.
La firma luminosa vertical que generan las luces diurnas de LED opalescentes proporciona una identidad fuerte y exclusiva. Alargados y afilados, enmarcan, como unos paréntesis, el frontal del vehículo, enlazando los faros delanteros con las tomas de aire del parachoques.
El cofre horizontal se ha rebajado al máximo para dar un aire más dinámico al conjunto. Su diseño se ha trabajado para ofrecer las líneas más puras, tanto vistas desde delante como de perfil. Esta atención por los más mínimos detalles de la carrocera sólo suele utilizarse, dentro de la industria del automóvil, para vehículos premium o excepcionales.
Todos estos elementos aportan una fuerte personalidad al Nuevo Peugeot 508, además de reforzar su aspecto de vehículo de alta gama.
Visto de perfil, el Nuevo Peugeot 508 exhibe proporciones perfectamente equilibradas, con un estilo propio. La línea de techo es baja, tensa y fluida, en consonancia con los cánones del segmento premium.
El vehículo muestra un aspecto compacto, con una longitud de 4,75 m. Las reducidas superficies acristaladas dan un aire aún más afilado a su silueta y dejan ver unas puertas sin marco. Nada perturba el perfil dinámico: desaparece la interferencia clásica con el capó, el montante de ventanilla o los marcos de las puertas, los juegos y enrases se han ajustado al mejor nivel, mientras que las ruedas se han adaptado para cubrir perfectamente sus pasos. Además, se ha suprimido la antena del techo, que ha pasado a ser una serigrafía. Peugeot pone, de este modo, su experiencia al servicio de la estética y la calidad.
En la zaga, destaca la banda horizontal, en color negro brillante, enmarcada por las luces traseras tan característica de los últimos lanzamientos de la Marca. Pero lo que se ve desde el primer vistazo son los faros traseros Full LED tridimensionales. Surgidos directamente del trabajo realizado en los últimos concept-car Peugeot desde el Quartz, estas luces, iluminados tanto de día como de noche con una intensidad que se adapta al entorno, permiten una lectura permanente y evolutiva de las garras, que van desde el perfil del vehículo hasta la zaga. Es un elemento que integra a este modelo en la identidad de marca, además de aportar una imagen de alta gama y reforzar la seguridad.