Autor: JULIO MARCELO BRITO ALVISO | 04/10/2017
Septiembre resultó un mes fatídico no sólo para el país por los desastres naturales, sino también para la industria automotriz, que tuvo una contracción del 11.5 por ciento, lo que hizo que en el acumulado anual el declive fue de 1.1 por ciento. Es decir, por primera vez desde 1995 la industria sufre una caída y se coloca por abajo del crecimiento del PIB, que es superior al 1.8 por ciento.
La pregunta es saber si el resultado de septiembre será tema eventual impactado por los desastres naturales o se volverá una tendencia para fin de año, la época más importante en cuato a ventas. De principio, los resultados del tercer trimestre consideramos que no serán tan dramáticos como septiembre. La Ciudad de México representa más del 30 por ciento de las ventas y prácticamente paralizó con el terremoto del 19 de septiembre. De hecho, estamos ya a principios de octubre y la total normalidad todavía no alcanza su punto alto.
Si bien es cierto que el terremoto fue de magnitudes y efectos insospechados, no quebró a la infraestructura, como sucedió en 1985, donde los desastres fueron muy superiores. Para un parámetro el número de muertos. Mientras que hace 32 años hubo más de 10 mil actualmente son 266 sólo en CDMX. Lamentable los decesos, pero las cifras son más conservadoras.
Consideramos que podría cerrar el año entre 1.4 y 1.5 millones de unidades vendidas, con lo que se conservará la tendencia de la recuperación de largo plazo. Otro tema será la renegociación del Tratado de Libre Comercio, donde la situación empezó a ponerse al rojo vivo, en especial para el sector automotriz, acusado de generar el gran déficit comercial entre México y Estados Unidos de 64 mil millones de dólares anuales.