Autor: JULIO MARCELO BRITO ALVISO | 12/09/2017
A partir de los aciagos días de abril del 2015 en que prácticamente la Ciudad de México colapsó por la mala calidad del aire, la venta y oferta de vehículos híbridos y eléctricos se incrementó de manera relevante, pero a dos años de aquella crisis todavía no representa un volumen importante. Cerca de un millón de autos se han vendido en lo que va 2017 y sólo se han ofertado 5,040 unidades; o sea, menos de 0.05 por ciento, de acuerdo a datos de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz.
En los últimos tres años han llegado una cantidad importante de opciones de unidades con motor eléctrico o híbridas, pero todavía el volumen es insuficiente para pensar en que se esté creando una cultura. Los habitantes de la Ciudad de México adquirieron el 44 por ciento de la oferta y el Estado de México 14.9%. Los datos aún son modestos.
Sin embargo, es evidente que existe un mercado con alto potencial de crecimiento. Desgraciadamente, a nivel mundial y aún en los Estados Unidos, este tipo de vehículos ambientales requieren de fuertes estímulos por parte de los gobiernos. Muchos analistas consideran que se justifican los apoyos, porque al final cuesta más a la salud la remediación, que la prevención.
Sólo en los primeros cinco meses del año se tuvieron 144 días de mala calidad del aire, lo que implica daños a la salud de millones de habitantes. Claro, se necesita no sólo el apoyo de los gobiernos, sino también que las marcas puedan hacer ahorros importantes y vía la innovación en las líneas de ensamble bajen los precios de manera natural.
El avance de los vehículos electros e híbridos es pobre. Se necesita más. Pensamos que a partir del año 2020 empezarán a detonar porque serán financieramente viables, disputando en calidad y precios con los motores a gasolina. Mientras tanto, los incrementos serán más un tema de relaciones públicas que una solución de fondo. Pero vamos por el camino correcto. Cuando se habla de temas de autoconducción y autos del futuro ya no se habla de gasolina ni híbridos. Se va a la energía eléctrica e hidrógeno.
CAÍDA. La venta de camiones, autobuses y tractocamiones tuvo un mal mes, con una disminución de casi el 17 por ciento en agosto. En lo que va del año la caída apenas llega al 1.7 por ciento; sin embargo, es necesario que se acelere el proceso de chatarrización. A pesar de miles de fórmulas no logran crecer en firme.